¡Madre mía! ¿Una semana sin escribir? ¿Cómo podéis permitirlo? Metedme presión, que si no me duermo en los laureles.
Tengo dos noticias, una buena y otra mala. La buena es que seguimos conociendo la zona, empezamos a tener una rutina y ¡hemos aprobado el examen teórico del carnet de conducir!
La mala, es que tendréis que leer todo este rollo para saber cuál es la “noticia mala” (jijiji).
El domingo pasado estuvimos paseando por Sausalito y San Francisco.
Sausalito es un pequeño pueblecito que está al otro lado del puente Golden Gate.
Tiene un puerto lleno de barcos, tantos barcos que no sé cómo pueden maniobrar los marineros para salir a navegar. Tiene un mirador con vistas al mar en el que se puede apreciar toda la ciudad de San Francisco. Es una vista bastante impresionante que recomendamos a todos los que vengan a visitarnos.
También tiene una calle con muchas tiendas. Fue curioso encontrar una tienda dedicada sólo y exclusivamente a la Navidad. Las tías y la madre de Azahara se volverían locas recorriendo cada bonito rincón del comercio.
Mientras paseábamos tomando un helado, vimos bastantes coches de lujo pasar y nos quedamos asombrados, pues parece que aquí la gente no vive nada mal.
Al llegar la tarde, fuimos a un mirador para ver el Golden Gate desde otra perspectiva y “el fin del mundo”.
Tras esa breve visita, fuimos a visitar a las elegantes damas pintadas, Painted Ladies, situadas en Alamo Square.
Al día siguiente, se nos antojó un cocido, así que nos fuimos a comprar ingredientes para poder elaborar esta deliciosa receta.
Como Azahara no tenía olla a presión, lo hizo por primera vez en su vida, en una olla normal. Tras tres horas de cocción, pudimos comer cocido; y, al día siguiente también comimos y, al siguiente, y al siguiente, … porque hizo tal cantidad, que tuvimos para toda la semana.
Y hablando de comida. Ayer, a Azahara se le ocurrió hacer un pescadito al horno con patatitas, tomatito y cebollita, así que, muy feliz ella, puso el horno a 180.
Tras un rato, observa que el horno no calienta, y piensa que los hornos americanos son diferentes, aparte de enormes, y tardan más en calentar.
Tras 30 minutos, la dueña de la casa pregunta a Azahara que si para hacer un pescado necesita poner la temperatura tan baja. Azahara, completamente segura, responde que sí; pero, de pronto, se enciende la bombilla de su cabeza (y la de Nacho) y:
¡Que los americanos no utilizan grados Celsius, miden la temperatura en Fahrenheit…! ¡Qué toooonta!
Todos los que estábamos en la cocina (dueños de la casa, Azahara, Nacho y yo), empezamos a partirnos de risa y a comentar la jugada.
Este fin de semana, también hicimos algunas cosillas, pocas pero realmente entretenidas:
El viernes, estuvimos expectantes en el salón de la casa hasta la llegada de iPhone 6. Cuando llegó, nos fuimos a un centro comercial para comprar una funda y que Azahara, patosa por naturaleza, no haga *azaritadas. También visitamos Santana Row, una calle con tiendas de lujo, restaurantes y zonas de marcha.
*azaritada: acción realizada inconscientemente por Azahara que acaba en “la he liao parda”. Ejemplo 1: tirar al suelo el sobre de 1 kg de sal. Ejemplo 2: Tirar el recipiente donde guarda los garbanzos minutos después de haber tirado la sal. Ejemplo 3: cambiar de canal en el minuto más interesante de la película.
El sábado, desayunamos en una típica cafetería americana donde cocinan huevos con bacon y visitamos el Campus de Google.
El domingo, los dueños de la casa (Rober y Desiree) nos sugirieron comer en un mejicano y aceptamos para seguir haciendo migas con ellos. Por la tarde, Azahara jugó al Battlefied 4 en la PS4 con Nacho y Rober.
Bueno, que me enrollo como las persianas y debéis estar aburridos de leer tanto.
La mala noticia es que a Nacho le dijeron que no en la empresa para la que hizo la entrevista.
Le dijeron que no era por él, que gustaron mucho sus ideas, pero por cuestión de “timing” no podían contratarle ahora. Traducido al español: no era el momento oportuno.
No eres tú, soy yo
Nos desilusionamos un poco, pero empezó a mover Linkedin de nuevo y ya ha recibido un montón de llamadas para posibles trabajos. Además, las personas que le entrevistaron, mandaron su CV a otras grandes empresas, así que ¡genial!
¡Feliz martes! y recuerda: ni te cases, ni te embarques.
Ha sido estupendo haber recibido tantas noticias vuestras.No le han dado el trabajo por que le espera uno mucho mucho MEJOR. Un “achuchon cariñoso y lejano”
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