¡Buenos días de viernes! Ya estáis a las puertas del fin de semana, ¡ánimo!
Hoy os quiero enseñar la razón de mi obsesión por pintar cajas.
Todo fue a raíz de ver esta foto en Pinterest:
Me gustó la idea de poner una caja junto al sofá para guardar las mantas y los cojines que, en ocasiones, tenemos de más en el sofá.
Tras mudarnos al piso nuevo, me puse a experimentar con la caja que ya tenía terminada y probé a ponerla de mesilla de noche. Como nos gustó el resultado, decidimos comprar otra más para que el dormitorio no quedara cojo.
Si os fijáis bien, podéis observar que las mesillas están huecas, pero no es problema, ya que, más adelante, añadiré cajones. Aún tengo que pensar cuántos… ¿uno? ¿dos? ¿tres? Ya veremos.
En el salón, tenemos otras dos cajas. Ahora mismo, nos hacen el apaño de pequeña mesa de café, pero la idea es hacer una mesa más grande con 7 cajas más. Cuando tengamos el resto de cajitas y podamos montar la mesa definitiva, os enseñaré el resultado.
Me despido con una selección de fotos de Pinterest y Google, para que os sirvan de inspiración a vosotros también. ¡Animaos y pintad una caja (o varias)!
¡Tened un feliz viernes y un estupendo fin de semana!
Nosotros nos vamos a dormir…zzzzzzz
¡Cuántas buenas ideas para construir con banastas de frutas!
Recuerdo que cuando era pequeña, el propietario del chalé que alquilábamos en Cercedilla era frutero, y apilaba las banastas en torres que me hacían imaginar castillos laberínticos de difícil acceso y de más difícil salida. A veces, mi amiga Maite y yo cogíamos algunas cajas y la convertíamos en casa de muñecas.
Es posible que el diseño de todos esos muebles y accesorios del hogar hechos con cajas de madera lo hayan imaginado, creado y recreado hijos, esposos/as, amigos, o los mismos fruteros.
Me gustaLe gusta a 1 persona