La semana pasada, la máquina de coser echaba humo (no en sentido literal). Sentía la necesidad de coser y acabar con algunas de las telas que compré el verano pasado para hacer mis propios vestidos.
Como sólo me quedaban pequeños retales de tela, vi la excusa perfecta: ropa veraniega para Violeta, a juego con la mía (jiji).
Empecé con una tela color pistacho con puntitos blancos y
el resultado fue esta camisa y estos pololos:
Como de esta tela, aún no había hecho nada para mí, al terminar, hice una camisa a imagen y semejanza:
Continué con una de mis telas de flores favoritas, una tela muy campestre para un vestido campestre:
No tengo fotos del vestido que me hice el verano pasado con esta tela y, ahora está tan guardado en la maleta de ropa de verano que…¡buff! Se me hace un poco imposible enseñároslo.
No obstante, tengo esta foto de cuando lo estaba confeccionando:

Os lo enseñaré cuando llegue el buen tiempo
Por último, utilicé una tela azul de cuadros, estilo mantel de picnic, muy fresquita y ligera. Aproveché unas puntillas que tenía por ahí para hacer los tirantes. Este fue el resultado:
Seguro que os suena, pues la he utilizado en varias ocasiones y, hasta La Oveja Mariana tiene su vestido.

Si quieres ver más fotos de este vestido, pulsa aquí.
Parece que, por el momento, mi obsesión por coser ha pasado. Quizá, como la casa suele estar en orden, el famoso síndrome del nido encontró su hueco en la costura… quién sabe.
Ya estamos en la semana 37, ¡vamos a por la 38!
¡Feliz martes!
¡Vaya producción! pareces una fábrica textil. Es todo super chulo y parece super cómodo. Si te sobra algún retalillo y un poco de tiempo haz algo para las abuelas de Violeta, jajajaja, y así vamos todas iguales. Besos
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Jajajaja
Yo os dejo los retales y, como las dos sois muy apañadas, os hacéis algo 😛
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Siiii. Se lo voy a proponer a mi “Consu”
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Ahora que observo una vez mas tu comportamiento “costurobsesivo” durante el embarazo, me recuerdas a mi en el embarazo de tu hermana.
Con tus muñecos aprendí a confeccionar faldones para cunas y moisés, saquitos de bebé, colchas, colchones, chichoneras, sábanas…. . Con tu afán por tus muñequitos y tus juegos de imitación de mamá, me enseñaste a comprar puntillas y entredós, a elegir telas, a rellenar saquitos, a cortar y a coser ropitas pequeñas. Asi que cuando de nuevo me quedé embarazada todo mi aprendizaje en pequeño lo puse en práctica a lo grande.
Disfruté mucho cosiendo los faldones del moisés y adaptando la espuma, la tela, las puntillas, los lazos, el dosel, la colchita… ¡me gustó! y entonces me puse con la cuna. Me quedó también dulce y preciosa. Asi que cuando la niña pasó de la cuna a la cama, la hice también su colcha, y viendo que todo me gustaba completé el equipo con las preciosas cortinas, visillos y bandó.
¿Y la niña no me ha salido costurera? no me lo explico. jajajaja
¿Y Violeta? ¿Le gustará hacer ropitas para sus muñecos? habrá que esperar
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Iba a decir justo lo que has dicho al final…
Eso significa que a Violeta no le va a gustar la costura ¿verdad? Quizá el ruido de la máquina de coser… Jajaj
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