¡Hola ovejitas!
El fin de semana miramos la previsión del tiempo y, visto que íbamos a tener una temperatura agradable, decidimos tomar rumbo al sur y llegamos hasta Point Lobos. Este precioso paraje está a tan solo dos horas de nuestra casa.
Las olas rompían con fuerza y nos sorprendió la gran altura que alcanzaban. No había visto romper olas con tanta energía en mi vida.
Cada vez que visitamos la costa, me hago la misma pregunta: ¿Por qué lo llamaron Océano Pacífico si hay grandes corrientes y olas descomunales?
He aquí la razón: Fernando de Magallanes, en 1520, lo bautizó como Pacífico por los suaves vientos alisios que soplaron durante su viaje y, que por consiguiente, permitieron tener un océano en calma.
Tras pasear por dos de los senderos de Point Lobos, pusimos rumbo a casa. No obstante, antes de coger la autopista, hicimos una parada rápida en una de las playas de la bahía de Monterey para ver algunas de las dunas que franquean parte de la bahía.
Como de costumbre, tras llegar el atardecer, tuvimos que ponernos los abrigos, porque como ya comenté en la entrada de las playas de California del Norte, lo normal es que haya viento, haga frío y el mar esté bravo.
Si venís por aquí, id a Point Lobos, ¡merece la pena!
¡Feliz martes!
¡Oh, my god!, qué miedo habrás pasado, Ovejamariana, sabiendo que la excursión se dirigía a Point Lobos. Ya veo que estás bien y que has publicado tu crónica puntualmente, y que “menos lobos caperucita” que lo que hay allí son olas gigantes que rompen bramando.
Percibo que es un lugar muy bonito, digno de ser visitado. Impresionante el sonido del Océano Pacífico.
¡Qué bonito día de excursión!.
Por cierto, ¿allí cerca no hay un gran acuario? ¿has visto a Dory?
besos
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